domingo, 9 de enero de 2011

Encontrar el equilibrio: tarea nada fácil...

Hoy tuve una plática con una persona muy especial para mi, y me preguntó que si le tengo miedo a la soledad. Mi respuesta fue que si y no. Trataré de explicarme. Soy una persona muy introvertida, y por lo mismo disfruto mucho de mi soledad, de mi propia compañía. No me incomoda hacer cosas como pasear o ir al cine solo. Sin embargo, debo reconocer que cuando hago ese tipo de cosas no las hago como primera opción, es decir, siempre procuró hacerlas acompañado de alguien, y si no hay nadie disponible para acompañarme pues entonces las hago solo, sin ningún problema.

A lo que si le temo es a verme a futuro solo, sin alguien con quien compartir la vida. Y aquí es donde entra el título de este escrito. Yo identificó en la vida de una persona dos pilares muy importantes: por un lado su desarrollo personal profesionalmente hablando, es decir el desempeño académico y laboral de la persona. Por otro lado, el desarrollo personal afectivamente hablando, es decir las relaciones interpersonales, tanto familiares, de amistades y de pareja.

Habrá personas para las que alguno de los dos pilares sea más importante que el otro y no les importe mucho sacrificar uno de los dos en pos de desarrollar plenamente el que sea prioritario para ellas. Y a este respecto creo que todos conocemos ejemplos de personas que su vida es su trabajo, todo su tiempo lo dedican a su actividad laboral y son muy exitosos en lo que hacen, no forman una familia por lo mismo y sin embargo son felices. O el caso contrario, personas que dejan de lado su preparación académica o su carrera laboral para poder estar con su pareja y formar una familia, y también son plenamente felices.

En mi caso, como creo que ocurre en el de la mayoría de la gente, lo que busco conseguir es un equilibrio entre ambas cosas. Sé que no es nada sencillo y que se requiere, además de mucha tenacidad y mucha fe, de suerte. A decir verdad, si en algún momento de mi vida tuviera forzosamente que sacrificar alguno de estos dos pilares, no sé por cual me inclinaría. Me apasiona mucho lo que hago profesionalmente y definitivamente espero seguir progresando en ese aspecto, pero todavía más seguro que eso es que quiero en un futuro formar una familia, tener una pareja estable y procrear al menos un hijo. Aquí entre nos, creo que estaría más dispuesto a supeditar lo primero a lo segundo.
En fin, así es este juego al que llamamos vida, y pues ya estamos aquí, así que no nos queda otra más que jugarlo lo mejor que podamos y a ver que pasa. Después de todo ya lo decía la gran Doris Day: ¿Qué será, será?, whatever will be, will be, the future's not ours to see, que será, será...

3 comentarios:

  1. Te lo recuerdo...¡Sigue con lo que me has contado! La vida te va a dar la respuesta, deja de pensar tanto. Sé que es difícil, te habla una librana en toda la extensión de la palabra, buscamos el equilibrio y la justicia. El reto es confíar.

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  2. Confiar... he ahí la cuestión. Pero, lo estoy intentando, creeme.

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  3. De cierta forma pienso igual que tú, aunque ahora no tengo ni una ni la otra, una me preocupa mucho [trabajo] y la otra me tiene sin cuidado[pareja], por lo cual, podría decir que yo podría prescindir de una pareja.

    Cabe mencionar que, cuando me he sentido más completo, por decirlo de algún modo, fue cuando tuve las dos.

    Y sin embargo, la soledad me da tanto miedo como el hecho de respirar. Nada.

    Cheers!

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